9/4/13

The End
















El fin será un ingreso seco
Callado
Estático de tan veloz
Fugaz y contundente
Que todo triturará en átomos marchitos

Será un certero bocado de la nada
Tras uno de sus milenarios bostezos

Será un bello gigante negro
Opaco e invisible
Hijo de un recóndito relieve
Desde el que parió la enana blanca

Un estruendo sin ojos
Una luz sin oídos
El replegarse cansado de los enigmas del mundo
Para volver
Al seno de una diosa amorfa e inconsciente
Lejos de nuestras palabras

El dios viejo y sordo
Querrá suicidarse
Y su sangre caerá al más insólito abismo
El último círculo del vacío
Tras el que todo se esconde



O el fin será el principio
De semillas secas y escondidas
Por compasión o despiste
Esperando en lo eterno del retorno
Hasta que el sol se despida
Hasta que el frío haga el trabajo
Al que otros fines más lucidos pero mediados
No se atrevieron

Será un agujero fugaz
Que hará la resta necesaria
Para el gran desaparecimiento

O será una pausa eterna
De milenios absurdos e incontables
A la espera de que el motor inmóvil
Reviente por una insólita chispa
Pariendo un universo nuevo

Desafío a la madre Silencio
Respiraciones de un dios que en la nada flota
Expirando universos
Que en la inspiración aniquila
Hacia el invisible de su ser anonadado

Luego en el no tiempo el dios digerirá los restos
De nuestros cráneos estofados
De los billones de insectos ahogados
Con los que templa su frío invierno en el vacío
Partículas ya inconscientes
Que en la inmensidad de ese extraño organismo
Se lanzan al inmenso ano
Para dar con otros frenos
Diminutos
Que tejen las guirnaldas de la nada

Aunque lo más seguro
Por no dar placer a apocalípticos
Es que llegue cuando ya todo sea muerte
Que el hueco haga sombra sobre un paisaje inmóvil milenario
Y la imagen se haga trizas sin nadie que lo sienta ni padezca
Seco sonoro certero
Da igual
Serán adjetivos sin dueño

Será un diablo egoísta
Con el Uno parmenideo por montera
Y de su capa caerá un polvo sagrado
Lluvia de nada usurera
Que a fuerza de perpetuarse se creará un suelo a traición
Haciendo surgir otro eterno universo
Con otro yo que será el mismo
Sin ser
Con la sangre prestada de un millón de lunas
Y la piel del lagarto planetario

Será el principio
Del colosal vacío
Cuyo vestido blanco inagotable
Llevará nimios lunares
Del tamaño de mil soles

Espesas nubes de polvo de densa nada que a nadie importará
La pezuña del buey cósmico que hará añicos mil planetas con su paso
Antes de recostarse al abrigo
De la lengua del dios sonriente

Serán hordas de pájaros de fuego
Será una hermosura sin dueño
Fría como los glaciares de cien tierras
Que serán el carbón del vacío insaciable

Será el redoble final de la música de las esferas
Hasta que el aire se serene
Dejando oscura y sola a la madre Silencio

Será un caos inhóspito y horadador
Sombreado por las muertes que haga falta
Maltrecho huraño y desdeñoso
En su condición de último paso

Fuegos artificiales en las entrañas del dios sin bacterias
Una luz trascendida
Un gemido inaudible
Un instante para suicidar el tiempo
Un golpe preciso sin destino
Cargado de infinitos imposibles

Quizás a nuestras pobres almas conscientes
Sumidas en un cielo sin sitio
La muerte del universo
Les resultará impropia
¿pero qué harán sin sus cuerpos?
¿cómo habrán superado la añoranza de la carne?

No habrá heraldos negros para anunciar su llegada
Ni clarines estridentes
Para darle bienvenida
A una tierra entrópica y callada
Con un mustio sol
Perdido entre trillones y trillones de Hiroshimas
No habrá calendarios mayas que constaten su llegada
Ni cornetas y tambores con los que danzar macabro
Porque el oscuro estará ya hecho
Entre las alas del infinito sigiloso que nos ronda
Con un batir vacío sin dueño

Sólo escaparán los locos
Que mezclaron a tiempo los tiempos
Sabiendo que el fin ya ha sido
Mientras pasan un paño templado por un presente
Que un nieto vomitó con extraña inocencia

Viento de polvo cósmico
Ridículo y no enamorado
Caída
Sin abajo
Ascenso al subsuelo celestial
Un enésimo universo
Al marchitarse
Muestra la débil condición del tiempo
La espiral se repliega difusa
A hibernar eternidades

No somos los elegidos de ese tiempo
No habrá apóstoles de la debacle
Ni predicadores mezquinos infundando prosaicos temores
Pena es verdad que el fin no se lleve a algunos por delante
Pero tiene un árbol genealógico donde el hombre
Queda relegado a una mísera rama
Reventará cementerios sin sepulturas flores guardianes
Ni un gusano que muera con su impacto

No tendrá entrada
Por ser lugar sin dueño
Ni tendrá puntería
Claro
Porque el francotirador es ciego

Un guiño con el que borrar trillones de años
Compresión metafísica
Para el adiós sin gesto

El humo del nido de trampas que fue la memoria
Desintegrado en la matriz del tiempo
El dios que digiere ayeres y mañanas engullidos
Verá el negro de su oscuro de puro grande
Sin poder encontrarse a falta de otro algo que lo sitúe
Sin poder sentirse a falta de momentos distintos
Disuelto en el tiempo
Mega ubicado

El estadio estará desierto
Por muchos tickets que se hayan vendido
Lo sentimos
No habrá retransmisión
El boicot cósmico
Así lo quiere

O será negro como oscuros no se han visto
Cegador más allá de mil noches
Más allá de los ojos que estarán ausentes
Se reencarnará la nada que ahora sólo nos acecha
Sin nadie a quien aterrar
Pesadilla de un dios que al despertar
No recuerda paraísos ni infiernos
Ni cómo antes tronaba por gusto
Ni el más eterno de los amores
Se aniquilará el dónde
Y no habrá vivos para dar fe del tiempo
El lenguaje será traspasado por incontables alfileres diminutos
Que se ensañarán con los rescoldos
Del cadáver suicidado del mañana

Será la verdad imposible
Y en un guiño reventará el endeble hormigón de mentiras
Que el pensamiento forja
Romperá las hermosas telas de las arañas galácticas
Cuyo quebrar serán acordes gloriosos
Para mecer al dios en su letargo

Las bocas de los querubines se irán deshaciendo al ritmo del apocalipsis
El pájaro de fuego
Escondido en el anterior vacío
Revoloteará la nada alegre por encontrar al fin su muerte


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